viernes, 2 de enero de 2015

Celda de piel...

Estando en terapia mi psicólogo me pregunto "¿Crees que las personas con sobrepeso/obesidad, son felices?", le dije que si, pero se que mi sonrisa le dijo lo contrario. 

Desde que nací tuve problemas con el peso, nací pesando 5.5 kilos, y toda mi niñez sufrí de las burlas, en la primaria pesaba 100 kilos, y la gente ¿qué decía? "Éstas muy sana". Toda mi vida he tenido sobre peso, y en los últimos años se convirtió en obesidad.
A pesar de mis esfuerzos por vivir y lidiar con ella día a día, de intentar adaptarme a ella, ir a terapia porque era lo que me ayudaría no pude con la presión que la sociedad imponía ante mi. Por más que la gente dice que te aceptes como eres, que de cualquier forma eres hermosa, es una arma de doble filo, porque siempre escucharas a la gente burlarse, aunque no sea de ti sientes que esas risas de la gente que esta a metros y metros de distancia son porque te están criticando, sientes que se están riendo de como te queda el pantalón, como tu blusa o tu playera esta intentando detener todo tu cuerpo,  sientes que todas las miradas van dirigidas hacía ti, que algunas personas te tienen lastima, y a algunas les das hasta asco tan solo porque no tienes un control sobre tu estilo de vida.
Aclaro que no estoy generalizando porque los que padecemos esto tenemos diferentes causas que lo provocaron, desde herencia genética hasta hábitos, y también diferentes formas de ver la vida.

En fin, toda mi vida en la familia he sido "la gorda", porque al parecer es más fácil recordar eso que mi nombre, y me molesta que a mi mamá le digan "pobrecitas tus hijas tan gorditas", que vengan a mi casa y en cuanto me vean me digan de pastillas y mil remedios para bajar de peso como si yo no estuviera intentando nada. Y lo peor es que entre más me insisten menos caso hago y comienzo a comer tan sólo para molestarlos sin pensar en el daño que me estoy haciendo. Y es que llegue al punto en el que toda mi vida perdió el control, tanto física como emocionalmente, todo por culpa de ese miedo que tengo a que las cosas me estén saliendo bien, ante cualquier situación, si las cosas van bien me da pánico que terminen mal por lo que dejo todo a medias y es lo que me llevó a lastimar tanto mi cuerpo. 

Intente de todo, dietas, pastillas, bebidas, aparatos para hacer ejercicio, cremas, en fin, todo lo que escuchaba que "funcionaba", la mayoría del tiempo me fue mal, me desmayaba, se me bajaba la presión, dolores de cabeza, y no veía mejora alguna. No veía resultados, por lo que me sentía mal, me decepcionaba de mi misma porque no estaba logrando nada, y claro, volvía a comer.

Es feo, y espero que comprendan porque no son solo problemas que tenemos las personas con problemas de sobrepeso, sean kilos de más o kilos de menos, se siente feo verte al espejo y odiar a la persona que esta reflejada, no te gusta como se ve el pantalón, como se ve la playera, como algunas veces tu piel sobresale de la ropa, te molestan las estrías que se ven en tus brazos, sientes al caminar como tus piernas rozan entre ellas hasta el punto en que te duelen, ves que cada día ocupas mas espacio en los asientos, en tu cama, y cuando alguien te dice que te ves bien, intentas creerle pero siempre te preguntas porqué te están mintiendo si saben que te ves mal, aunque te veas bien eso es todo en lo que puedes pensar, al menos es lo que a mi me pasaba, no te das cuenta de que la gente que esta contigo, te habla y te estima por como eres, tu actitud hacia ellos, no por cómo te ves, y eso fue algo que me costo mucho tiempo aceptar, pero poco a poco lo he estado logrando. A mi me daba mucha pena sentarme en el suelo como los demás por miedo a no poderme levantar, a caerme y que todos se rieran de mi, me daba hasta pena caminar en la escuela de un edificio a otro, de un salón a otro, hasta de pasar al escritorio a que me explicaran algo o a recoger un examen o trabajo. Y lo que más me dolía era reírme de los comentarios que hacía la otra gente aunque no fueran dirigidos hacía mi, porque cada burla sobre la gente "gorda", todas las comparaciones, porque imaginen como me sentía al escuchar a amigas/os de complexión delgada, diciendo que se sentían como ballenas, que estaban muy gordos, me hacían sentirme como si yo fuera un planeta entero, ¿si ellos estaban gordos entonces yo como me veía? y aún así debía tener el valor de alentarlos y decirles que no se veían mal, porque esa era la verdad. 

Hace poco me di cuenta que lo único que necesitaba en realidad era paciencia, esa era la clave de todo, saber esperar. Y hasta ahorita me ha estado funcionando muy bien.

Todo este proceso ha sido difícil para mi, y me di cuenta desde que comenzó, muchas veces, y claro, las primeras semanas estaba a punto de renunciar como siempre, pero apenas con la primer semana comencé a ver grandes cambios, con tan sólo una semana, eso me motivó mucho y comencé a hacer todo lo que estaba en mis manos, claro que me molestaba hacer ejercicio, pero aprendes a amarlo, te sientes bien contigo mismo, te sientes con mucha energía, y si admito que hay días o semanas en los que no hacia ejercicio alguno pero lo extrañas que comienzas de nuevo a moverte. Este proceso, este viaje, ha sido una lucha que me desgasta emocionalmente, he tenido los días buenos y los malos, así como tuve que deshacerme de viejos hábitos, también tuve que hacerlo de personas, medir las distancias, porque hay gente que siempre intentara detenerte. He hasta llegado a pensar que, aunque aun no llego a mi meta, me tomo un año y bajar 28 kilos para sentir que la gente por fin me respetaba, tengo sentimientos encontrados, como puedo a veces sentirme feliz y orgullosa de lo que he logrado, hay días en los que simplemente me da coraje el pensar que no pude aceptarme tal y como era, como lo había sido desde que nací, sin embargo creo que es algo con lo que tendré que lidiar por un tiempo.

Después de todo, aunque aún hay días en los que estoy por rendirme y dejar atrás todo lo que logre, me motiva el estar inspirando gente, la reacción de personas que llevaban tiempo sin verme, mis ganas de llorar cuando veo mis fotos y veo lo mucho que he cambiado, mi actitud ha mejorado, aunque algunos me dicen que soy una mala persona, no es que me haya vuelto una persona malvada, lo que sucede es que mi confianza ha aumentado tanto que por fin me di cuenta de que puedo hacer las cosas por mi misma y que no dependo de nadie, y que si alguien va a permanecer junto a mi, lo hará porque me acepta aunque tenga mis cambios de humor repentinos y no porque sabe que me pueden manipular fácilmente y hacer lo que quiera conmigo, y eso es una de las cosas que más me alegra, que ahora ya puedo ponerle un alto a los comentarios que hace la gente sobre mí. Y ahora estoy viviendo sin pensar en lo que la gente dirá, he llegado muy lejos y aun me queda camino por recorrer, y quiero seguir motivando gente, ayudandoles en procesos similares porque yo se lo que se sufre tanto física como emocionalmente, y es hermoso tener a alguien que te ayude, que no te deje caer y si lo haces te ayude a motivarte, y aunque parezca que eres el único que lo esta intentando, conforme avanzas te das cuenta de que hay miles de personas que están logrando lo mismo que tu y que están dispuestos a ayudarte para que sigas, porque somos toda una comunidad que ha sufrido pero ha salido adelante, que logramos tener control de nuevo de nosotros mismos.

Todavía sigo en mi camino para llegar a mi meta, y lo mejor es que tengo la mejor ayuda y motivación que pude encontrar, mi mamá, mi hermana, mi cuñado, por supuesto mi nutriologa y mi entrenador que se emocionan tanto como yo cada vez que mis números cambian, al igual que mis amigos y todos los buenos comentarios de la gente.  Y conforme avance seguiré escribiendo, porque quiero que la gente se de cuenta de que lo puedes lograr, y que yo estoy aquí para quien lo necesite.